May 19 2019

El  I Raid de Pitillas estuvo lleno de ilusión contagiosa por todos los lados. Es bonito ver cómo se preparaban los días previos jinetes y amazonas, mayores y pequeños, entrenador y asistencias, para el gran día.

 

Anunciaban lluvias torrenciales, pero eso no impidió que 14 jinetes decidieran ir a competir a esta localidad a la que tanto nos une. La primera vez que fui me presentaron “al pueblo más bonito del mundo”. No obstante, el tiempo nos respetó y no cayó ni una gota de agua mientras duró la prueba. Algo ocurrió en el cielo, que abrió un hueco para nosotros entre las nubes y nos permitió tener un día perfecto para realizar la carrera.

 

Siendo un grupo tan numeroso de participantes, obtuvimos resultados de todos los tipos; desde el que se retiró tras la primera fase, hasta los que llegaron al podio, pasando por algún que otro eliminado también.

 

En este raid, debutaron Meritxell con sus 10 años recién cumplidos y Pedro, un nuevo miembro del equipo que se incorpora desde Marcilla con su mujer y sus hijas. Los dos consiguieron clasificar y disfrutar de su primera competición. Tras mucho tiempo de entrenamiento, esfuerzo y sacrificio, llegaron a meta con toda la ilusión y todas las expectativas cumplidas. El resto del equipo ayudó y apoyó a estos debutantes, así como a Nadia, que ya había debutado en marzo en la carrera de la AGM de Zaragoza y esta era su segunda carrera.

 

El resto casi podemos decir que, aunque aún no llegan a jinetes expertos, son grandes jinetes a pesar de su corta edad.

Nuestras niñas más jóvenes llamaban la atención a todos los que las veían. Tan dulces, tan guapas y tan ilusionadas, brillaban espectaculares encima de sus caballos, que aún parecían más grandes, o ellas más pequeñas. Nadia, Meritxell y Pilar, que lo hicieron estupendamente. Pilar con algo más de experiencia, ayudó perfectamente a sus grandes amigas. Darío quería haberlas acompañado, pero tuvo que abandonar tras la primera fase, al ver que su caballo estaba un poco cansado y valorar que era mejor retirarlo a tiempo.

 

Pedro, en su debut, corrió con Chaval, un caballo entero precioso. Su ímpetu les hizo salir un poco más rápido a otro grupo de Campo Alegre, formado por Pedro, Gorka e Ireneo. Gorka participó con su yegua Raid, que tiene una fuerza increíble, y que a duras penas se le puede parar, e Ireneo corrió con un potro de Paco Ayestarán que se iniciaba al raid, y con el que consiguió el primer puesto de la categoría de 40 km.

 

En la categoría de 60 km salieron con fuerza Elías y Elena. Elías corría con su imponente yegua Azahara de Fuenteacebal. Yegua castaña, preciosa que llamaba la atención. Por desgracia, casi al final de la carrera, y a punto de conseguir muy buen puesto, la yegua se paró, y hubo que recogerla sin poder finalizar la fase. Elena tuvo que continuar sola con Dakota y consiguió el segundo puesto. A pesar de la tristeza de dejar a Elías y Azahara, acabó contenta con su logro y la recompensa a su esfuerzo. La yegua, fue valorada por los veterinarios, los cuales determinaron que no precisaba tratamiento para su recuperación, sino simplemente algo de descanso.

 

Detrás de ellos llegaron Paula, Scarlata y Dani. Los tres estaban contentos con el desarrollo de su carrera y disfrutaron de su recorrido. Paula corría con Zafra, Scarlata con Kraken y Dani con Josua. Los tres llevan tiempo corriendo raids con Campo Alegre, y esto ya no era nuevo para ellos, pero no por eso la ilusión y los nervios los abandonan. Siguen trabajando, entrenando, montando y aprendiendo cada vez más de este mundo tan apasionante de los caballos. Al final, Josua, que se había caído en carrera, quedó eliminada por cojera, pero son posibilidades que tienen asumidas y que afrontan con humildad y madurez. Esto es así, a veces, por mucho que se entrene y nos esforcemos, las cosas no salen bien y no pasa nada. No hay que abandonar ni frustrarse, sino seguir adelante y seguir luchando por hacer las cosas cada vez mejor.

 

En la categoría de 80 km, salieron Elvira con Picachu y Erik con Xake. Picachu, un valor seguro en nuestra cuadra, llegó con agujetas y no pudo realizar ni la primera fase. Elvira asumió su derrota como una oportunidad de pasar al equipo de asistencias y ayudar a sus compañeros con lo que necesitasen. Por supuesto, no olvidó a su caballo, del que estuvo pendiente todo el día también.

Erik consiguió clasificar en la categoría de cero estrellas (80 km) llegando el cuarto en la clasificación. De esta forma, ya puede obtener su galope nº 5 por méritos deportivos. Enhorabuena Erik!! Su caballo, hijo de Raid, ha heredado los genes de su madre y de su padre (Aljared) y tiene una fuerza asombrosa. Buen caballo de raid para  un buen jinete que lo sepa llevar, y todo eso se cumple en este adolescente que acabó contento con su clasificación.

 

Y sólo me falta hablar de Haizea. Mi chica no pudo correr esta primera edición celebrada en su pueblo. Una pena, pero le tocó estar “retirada por cojera”.

Tras el disgusto inicial, cuando se accidentó y vio que no podría participar en este raid, los días previos y el mismo día del evento, se esforzó al máximo para participar de otra manera y darlo todo lo mejor que pudo. Aparcó la silla de ruedas en un lateral, y corrió para arriba y para abajo con sus muletas, ágil como nadie, para llevar y traer cosas de un lado a otro. Seguro que en la próxima, lo disfrutará doble.

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